El que mucho abarca poco aprieta Segunda Parte

Lucía Fain

24 de enero de 2025

En nuestro anterior artículo, exploramos la importancia de establecer metas claras y cómo desglosarlas en pasos manejables. Sin embargo, a menudo nos encontramos con la dificultad de saber por dónde empezar.

Este artículo te proporcionará herramientas efectivas para avanzar en este proceso.

Definición:

  • Urgente: Requiere atención inmediata, con plazos definidos y consecuencias claras.
  • Importante: Es necesario, pero con plazos más flexibles.

 

Clasifica tus tareas en la siguiente matriz:

  • Urgentes e importantes: Prioridad máxima.
  • No urgentes e importantes: Planifica su realización.
  • Urgentes pero no importantes: Considera delegarlas.
  • No urgentes ni importantes: Elimínalas.

 

Esta matriz te proporcionará un orden claro para tus tareas, permitiéndote avanzar hacia tu meta.

Te invito a utilizar esta herramienta y a compartir tus reflexiones.

¿Lista para avanzar?

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Recordemos cómo desglosamos una meta compleja en un mosaico de objetivos más pequeños. Si bien esto puede hacer que la meta sea más alcanzable, también puede resultar abrumador. La cantidad de tareas puede generar una sensación de estancamiento, donde la percepción de «todo por hacer» se traduce en «nada por hacer».

En estos momentos, es crucial priorizar. La capacidad de determinar qué acciones realizar primero te permite avanzar de manera organizada hacia tus objetivos.

¿Cómo defines estas prioridades? ¿Son universales? Considero que no. El proceso de priorización es único y personal.

Al enfrentarte a una meta, puedes preguntarte: ¿Qué pasos debo seguir? Esto suele generar una lista de acciones necesarias, estableciendo un orden lógico. Similar a seguir una receta, cada paso es esencial para el resultado final. La diferencia radica en que, en este caso, tú defines tu propia «receta».

Esta es tu primera herramienta: una vez definida tu meta, identifica los pasos necesarios. Esto te permitirá organizar tus tareas en objetivos más pequeños y alcanzables.

Sin embargo, puede surgir la dificultad de ordenar estas acciones. La Matriz de Eisenhower puede ser una herramienta valiosa en estos casos.

Esta matriz te ayuda a determinar el orden de tus tareas y a evaluar su relevancia.

Enumera tus tareas o metas. Para cada tarea, pregúntate:

  • ¿Es urgente?
  • ¿No es urgente?
  • ¿Es importante?
  • ¿No es importante?

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