Lucía Fain
Cuántas veces en nombre del BIEN ESTAR hacemos o dejamos de hacer. Cuántas veces sin siquiera preguntarnos qué es esa palabra para nosotros. La damos por sentada, por definida y accionamos en esa dirección. Pero realmente lo tenemos tan claro dentro nuestro? Te invito a descubrirlo.
Yo creo que una buena forma de empezar, cuando queremos revisar acerca de un concepto es empezar por lo que implicaría esa palabra en sí. Algo así como buscar una definición lo más objetiva posible. Entonces, empecemos con la Real Academia Española. A qué definen ellos como bienestar:
Qué te parecen estas definiciones? A mí, me conducen a un montón de interrogantes. Te comparto algunos:
En la primer definición me habla de conjunto de cosas para vivir bien. Qué son ese conjunto de cosas necesarias? Cómo las definirías tu? Qué es vivir bien en definitiva?
En la segunda definición: Qué es una vida holgada o abastecida? Cómo tendría que ser mi vida para así considerarlo y que eso me conduzca a pasarlo bien y con tranquilidad?
En la tercera, qué sería un buen funcionamiento de la actividad somática y psíquica? Cómo sería sensible a ello?
Y para terminar luego de haberme preguntado, con algunas respuestas más que antes y un millón de interrogantes nuevos también, me queda la gran duda: para tener ese conjunto de cosas necesarias para vivir bien o esa vida holgada que me conducirá a pasarlo bien, podré lograr tener un buen funcionamiento psíquico y somático para ese entonces?
Para qué es importante preguntarnos todo esto? Para entender y aclarar qué estamos haciendo y en nombre de qué. A veces decimos palabras que en el fondo son vacías o la gran mayoría significan otra cosa.
El querer iniciar un tratamiento, un cambio de hábito, una modificación en una manera de relacionarnos, un crecimiento profesional para estar bien o en el nombre de nuestro bien estar es absolutamente válido.
Pero para que al mismo tiempo este bienestar sea nuestro propósito necesitamos desglosar de qué se trata.
Probablemente ni siquiera para la misma persona en distintos momentos de su vida el bienestar signifique lo mismo. Por eso te invito a preguntarte en este momento de tu vida: Qué es el bienestar para ti? Qué debería tener? Cómo sería? En dónde? Con quién? Y una pregunta no menor: De quién depende?
A veces, esas preguntas no son tan fáciles de responder.
Amigarnos con la idea de que eso que creíamos tener tan claro no era así y que ese bienestar que se suponía ser el eje para nuestras futuras acciones no es tan delimitado, puede conducir a distintos sentimientos: enojo, frustración, angustia, desconcierto entre otros.
Ser conscientes de lo que no sabemos es el primer paso para poder buscar dentro nuestro las respuestas. Te invito a darte el tiempo y la escucha.
Otras veces, lejos de un silencio sideral, frente a estas preguntas nos aparecen varias respuestas al mismo tiempo. Paciencia. Conocer que nos habitan tantas respuestas posibles al mismo tiempo es una gran oportunidad.
Por un lado nos acercan que en nombre de ese bienestar estaba diciendo muchas más cosas de las que me imaginaba; y por el otro si sé que son varias cosas me da la posibilidad de ordenarlas, de priorizarlas.
Te invito a preguntarte: Cuál de todas aquellas cosas que necesito para vivir bien no pueden faltar? Cuáles deberían estar primero? Para qué? Cómo te imaginas qué sería?
Luego de haberte acompañado en este viaje en búsqueda de tu bien estar, te invito a que te preguntes, una vez dilucidada qué significa esa palabra para tí y todo lo que ello implica, de qué te diste cuenta?
Si quieres que te acompañe en este proceso, reserva tu cita aquí:
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